Pues bien, en este artículo abordaré un poco más a fondo el tema tratando de explicarlo de manera sencilla.
Al hablar de HTML5 estamos hablando realmente de una familia de tecnologías que en combinación nos proporcionan una nueva serie de posibilidades al momento de construir aplicaciones y sitios web. Concretamente esta familia está conformada del ya conocido HTML, Javascript y CSS3, los cuales anteriormente ya eran utilizados al construir nuestros sitios, sin embargo, con HTML5 es un tanto distinto ya que son soportados de forma nativa, es decir, al definir un script ya no es necesario establecer su tipo ya que se sobreentenderá que utilizaremos Javascript, lo mismo sucede con los estilos ya que se tomarán como CSS3 por defecto. De igual manera, al tratarse de un lenguaje 'evolucionado', no será necesario indicarle al navegador qué versión de HTML está implementado el documento, basta con indicar que es HTML y punto.
De igual manera, al tratarse de un lenguaje 'evolucionado', no será necesario indicarle al navegador qué versión de HTML está implementado el documento, basta con indicar que es HTML y punto.
Además de la simplicidad de código, HTML5 trae consigo una nueva gama de posibilidades entre las cuales podemos mencionar las siguientes:
- Contenido multimedia, reproducción de audio y video sin la necesidad de utilizar plug-ins.
- Animaciones al estilo Adobe Flash ¡sin Adobe Flash!
- Almacenamiento de datos del lado del cliente (local-storage)
- Efectos en textos y elementos (incluyendo sombras y esquinas redondeadas)
- Aplicaciones y sitios que sepan la ubicación física exacta de la persona que las está utilizando, una vez más, sin la necesidad de plug-ins.
- Trazado de formas, figuras, colores y patrones de colores directo en la página.
- Etc, etc, etc.
Cabe mencionar que las normativas forzarán a los navegadores a ser completamente compatibles con HTML5 hasta el año 2022 (fiuu, falta mucho verdad?), sin embargo, esto no quiere decir que no puedan hacerlo antes, incluso ya existen diversas versiones de los navegadores más conocidos que soportan muchas de las características del HTML5. Incluso se habla de que para el año 2014 (aún es mucho pero no tanto) ya sea un estándar estable.
Flash vs HTML5.
La mayoría de los contenidos que se visualizan en los navegadores están hechos en HTML. Sin embargo, este lenguaje fue limitado a textos e imágenes estáticas. Hace mucho tiempo que se creó la tecnología Flash (en manos del gigante Adobe), de modo que los contenidos pudieran ser dinámicos e interactivos. De acuerdo a la misma compañía, el 99% de los usuarios de Internet la utilizan.
Pero esta tecnología está amenazada con el surgimiento del HTML5, al igual que su símil Java.
Las principales batallas entre Flash y HTML5 son cuatro: costo en dinero, poder, penetración en los usuarios y eficiencia. Si bien el Adobe Flash Player es gratuito, las herramientas para desarrollar los contenidos tienen un costo muy elevado. Por el contrario, desarrollar contenidos dinámicos en HTML5 es gratis. En cuanto al poder de desarrollo, Flash gana un punto a su favor puesto que permite crear muchos efectos particulares que no son (hasta ahora) posibles en HTML5. Si hablamos de penetración en los usuarios, Flash está bloqueado en algunos equipos móviles como los de Apple y necesita softwares especiales para que funcione en otros, mientras que HTML5 se ejecuta en el navegador, por lo que es un estandar universal. Si nos preguntamos cuál es más eficiente, las pruebas que se han hecho con ambos sistemas tanto en Mac como en Windows no arrojan un resultado determinante salvo que con ambos se consume poco recursos del computador.
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