viernes, 1 de junio de 2018

El cassette de musica se inmortaliza


La realidad es que nunca han dejado de editarse cintas, el fenómeno sigue creciendo imparable en países como Dinamarca, Inglaterra, Japón o los países del Este, donde la casete nunca ha dejado de tener una importante presencia. Y sigue siendo la estrella, claro, en los países africanos o árabes donde es el principal soporte musical. 


El presidente de la principal productora de cintas en Estados Unidos, la National Audio Company, aseguraba que “2018 será nuestro mejor año en ventas desde la creación de la tienda en 1969”. El 70% de las cintas que vendieron en 2014 fue por acuerdos con Sony o Universal, lo que evidencia la necesidad de una discográfica fuerte para volver a introducir las cintas en nuestra vida cotidiana.

Es así como la industria ha llegado a una época en que los conceptos se entrecruzan y a ratos las historias y el devenir de estas parecen golpearse de frente. Cuando el negocio comenzó a mutar a finales de los 90’s, los músicos notaron que ya no era necesario firmar con un gran sello para grabar e incluso ser escuchado en la radio

Nacieron cada vez más rápido diferentes proyectos autogestionados, gracias a la tecnología. Netlabels, artistas que se desarrollaron a través de MySpace y la venta de discos comenzó a decaer. Los músicos podían grabar en sus casas, saltándose distintos pasos de la cadena tradicional de producción de música.

En Londres ya hay tiendas de discos que venden lanzamientos exclusivamente en formato cassette. Por supuesto, las páginas de compraventa entre particulares, ésas que últimamente tienen tanto éxito gracias a las aplicaciones móviles, comienzan a llenarse de vendedores de cassettes y reproductores que poco a poco van subiendo de precio. 
Este formato, caracterizado por su sonido sucio, ha resucitado debido a lanzamientos como Purpose, de Justin Bieber, y Beauty Behind the Madness, de The Weeknd, que vendieron mil copias cada uno el año pasado, junto con reediciones de clásicos como The Slim Shady LP, de Eminen (3.000 cintas vendidas) y Purple Rain, de Prince (2.000 copias). 
Irónicamente, la mayoría de las nuevas casetes vienen con un código para descargar el álbum en formato digital, ya que muchos consumidores no tienen un reproductor, más sin embargo eso está por cambiar, ya que cada vez son más las personas que aprecian el arte del cassette como objeto que a la vez pueda reproducirse, esto hace que varias compañías se interesen en producir reproductores para este formato hoy en día.

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